miércoles, 16 de abril de 2008

IU quinta entrega. Clarificar nuestro modelo de Estado

Izquierda Unida parece tener clara su apuesta por un modelo de Estado Federal, pero, que yo sepa, todavía no ha definido con cierta precisión los rasgos diferenciales de nuestro modelo teórico con el actualmente vigente Estado de las Autonomías emanado de lo dispuesto en la Constitución de 1978. ¿Estamos hablando de un federalismo simétrico? ¿Proponemos, por tanto, un estado federal con iguales competencias para todas las regiones o nacionalidades? ¿Hay que equiparar todos los estatutos a aquellos que tienen un mayor nivel competencial? ¿Qué postura adoptaremos hacia posibles planteamientos secesionistas?

La verdad es que no soy capaz de pronunciarme, ni especificar propuestas concretas a este respecto, pero lo que sí sé es que deberá ser uno de los asuntos a debatir internamente para que, en lo sucesivo, nuestra propuesta, la que se decida, sea clara y coherente. Clara y coherente tanto en el ámbito federal de IU como en todas y cada una de sus federaciones.

En segundo lugar, también parece que nos orientamos hacia el republicanismo. Y en esta orientación también tenemos que precisar, previo análisis de la realidad actual y estudiando la viabilidad en cuanto su aplicación a corto plazo. IU se reclama heredera de los valores cívicos, sociales, culturales y democráticos de la II República española. Yo también. IU reclama respeto y reconocimiento de auqellas y aquellos que dieron los mejores años de sus vidas e incluso la propia vida por la democracia y por la libertad, reivindicando con radicalidad la Memoria histórica. Yo también. IU plantea, en el horizonte, sustituir la actual Monarquía Parlamentaria por una República Federal y Democrática. Yo también. Pero en IU hay planteamientos, con los que yo no me puedo sentir identificado, porque estaría demostrando incapacidad para analizar la realidad de hoy, que reivindicane la III República como alternativa posible a corto plazo. ¡Despejemos también esta dualidad de nuestro discurso!

En tercer lugar, nos reivindicamos como fuerza política municipalista y ni siquiera somos capaces de utilizar las buenas prácticas municipales realizadas en los sitios que gobernamos para explicar que nuestras propuestas electorales en materia de vivienda, de desarrollo delos servicios públicos, de promoción de la participación ciudadana, de cooperación al desarrollo, etc. son posibles porque ya se han realizado en diversos pueblos y ciudades. Como diría mi amigo Pepe, alcalde de Rivas, "nos reclamamos del municipalismo y ni siquiera presumimos de lo que hacemos en ellos".

En lo relativo al modelo de Estado, creo que lo que realmente diferenciaría a IU del resto de las organizaciones políticas sería enarbolar la bandera del municipalismo, apostando por definir de una vez por todas la segunda descentralización (con la reciente modificación de los estatutos de autonomía, la segunda ha sido de nuevo usurpada por el segundo nivel del Estado), que ya es más bien la tercera, planteando un Pacto Local que aumente las competencias de los municipios, que resuelva el actual problema financiero causado por la centralista Ley de Haciendas Locales, que acabe con el proteccionismo del Estado y, sobre todo, de las Comunidades Autónomas; y, en definitiva, que sea consecuente con los principios de autonomía local, suficiencia financiera y subsidiaridad.

Cada día más la vida se desarrolla en las ciudades y son esas ciudades, con la participación de sus ciudadanías, las que deben ser las principales protagonistas de la gestión de lo colectivo y de lo cotidiano.

Yo, que cada minuto que pasa me siento más de la aldea gala y de la aldea global que de ningún tipo de aldea intermedia, considero que el futuro está en la gestión local desde la perspectiva global. Así, estoy convencido que la verdadera propuesta revolucionaria y diferenciadora de Izquierda Unida con respecto al modelo de Estado, debería estar muy cercana al municipalismo como eje vertebrador de ese Estado. En nuestro caso, sería además la forma más lógica de compatibilizar un planteamiento global estratégico con la realidad política de IU. Recordemos que, salvo en el atípico caso vasco y alguna otra excepción, IU sólo toca poder en los municipios.

Concluyo manipulando el ya célebre slogan político de la revolución soviética :
¡Todo el poder a los ayuntamientos!

domingo, 13 de abril de 2008

La III República, cuando llegue lo hará en Rivas

¡Qué gran mañana de víspera republicana en Rivas-Vaciamadrid! Con la organización de la Asamblea local de IU, este 13 de abril de 2008 se ha commemorado el 77 aniversario de la proclamación de la II República española. Entre canciones, poemas, textos litearios, discursos políticos y emoción a raudales, un sentimiento común. La III República se proclamará en Rivas. La aldea gala, la resistente, fue quien inició la lucha por la Memoria con el inolvidable concierto de junio de 2004. Aquí, en la aldea, el también resistente mundo de la cultura con Luis García Montero como maestro de ceremonias acompañado por Luis Pastor, Pedro Guerra, Juan Diego Boto, Eduardo Mendicuti, Almudena Grandes rezumaron emoción y reivindicación, junto a Tania Sánchez y Pepe Masa en representación de la organización local de IU en la aldea. El salón de actos del Ayuntamiento estaba repleto, a rebosar con más de 600 personas que vivimos intensamente la jornada.

Mujeres y hombres de todas las edades; madres y padres jóvenes con muchos niños y niñas representaron una imagen fidedigna de nuestra aldea, joven, solidaria y comprometida. Joven, pero con memoria y, cmo prueba de ese respeto a la memoria y ese reconocimiento a las personas mayores que dejaron su juventud en defensa de la libertad y de los valores republicanos, se rindió un sentido homenaje a tres mujeres y un hombre, viejos militantes de IU que pagaron incluso con cárcel su rebeldía.

Ayer no pudo ser y la utopía deportiva no llegó. Las chicas del Rivas Futura cayeron dignamente ante un gran Perfumerías Avenida de Salamanca, demostrando que cada vez están más cerca de las grandes.

Hoy la utopía republicana ha estado en el sentimiento de todas y todos; los valores republicanos han sido reivindicados con firmeza. Mañana, más temprano que tarde la República llegará y, como es de justicia, se proclamará en Rivas.

viernes, 11 de abril de 2008

Rivas-Futura buscará la utopía frente a Perfumerías Avenida de Salamanca.

Voy a hacer un paréntesis en miserie de entradas sobre IU para hablar de algo que tiene más que ver con la afición o con la pasión por el deporto, incluso con un ligero tinte localista.

El sábado, a las 19:30 en el Polideportivo Municipal Cerro del Telégrafo de Rivas-Vaciamadrid se disputará el partido más interesante de la Jornada 24 de la máxima competición femenina del baloncesto nacional. Uno de los históricos y dominador junto a Ros Casares de la última década, el Perfumerías Avenida de Salamanca de nuestro compañero bloggero Gorka Esparza, se enfrenta a uno de los equipos emergentes como es el Rivas Futura de Rivas-Vaciamadrid. El 5º contra el 3er clasificado. El equipo ripense, una vez aseguara su participación como cabeza de serie en el play off (5º a 8º) que definirá dos plazas paara participar en competición europea la próxima temporada; aprovechando su gran estado de forma (siete victorias consecutivas), pretende todavía buscar la utopía del cuarto puesto que le daría acceso a la pelea por el título. Para seguir gozando de, al menos una pequeña opción, ya que siempre dependerá de fallos de terceros, deberá ganar a las salmantinas y, si es posible por más de 8 puntos.

A pesar del gran estado de forma del equipo la tarea será complicada debido a la gran calidad del equipo rival que, además vendrá acompañado de una numerosa y ruidosa afición. No olvidemos que Salamanca es capaz, no sólo de llenar cada quince días un Pabellón con más de 4.000 localidades de aforo, sino que tiene a la mejor afición de España.

Del potente juego interior del equipo local, así como de la eficacia en la defensa de las exteriores salmantinas de la excharra e internacional Laura Camps dependerá en gran medida el resultado.

Invito a todos aquellos y aquellas que sigan pensando que el deporte femenino es aburrido que acudan al Cerro para que cokmprueben que no es cierto, sino todo lo contrario.

Para acabar, compañero Gorka. Mañana seremos, por una vez rivales.

lunes, 7 de abril de 2008

IU cuarta entrega. Alternativas radicales para el momento actual. La educación como ejemplo.

Clarificar el discurso, haciéndolo más nítido y proponiendo alternativas realizables para esa población a la que decimos defender. Ese debe ser el principal objetivo de un debate para la reconstrucción de Izquierda Unida. Y para ello hay que radicalizar nuestras propuestas; es decir, tenemos que enfocar las mismas para atacar de raíz los problemas que aquejan a la sociedad.

Pero cuidado con la interpretación del término "radicalización". Ser radical no es plantear propuestas extremas o inalcanzables y alejadas del interés prioritario de la ciudadanía. Ser radical es proponer soluciones que vayan, insisto, a la raíz de los problemas. Para ser radical, me refiero a esta segunda acepción, es imprescindible, como ya avanzaba en la anterior entrega, conocer en profundidad aquellas realidades que pretendemos transformar. Y para al canzar el conocimiento hay que acercarse a los asuntos con una mirada limpia y sin apriorismos, dejando a un lado los prejuicios ideológicos. Es sorprendente que en nuestra organización política aquellos que más se autodefinen como marxistas son los que más se alejan metodológicamente del marxismo y, por tanto, los que se muestran más contaminados por el idealismo hegeliano.

Insisto, nuestra alternativa es ser radicales. A modo de ejemplo, voy a dibujar en unas líneas algunas propuestas sobre la política educativa que debe proponer I.U. Utilizo como muestra la educación porque quizás sea en lo que, por experiencia, interés y conocimiento pueda aportar más.

El modelo educativo vigente en España está agotado. Ya no sirve para lograr una correcta formación de nuestros ciudadanos y ciudadanas, ni siquiera para dar una respuesta suficiente a los retos asistenciales que la sociedad nos plantea. Los síntomas son preocupantes: fracaso escolar, ínfima posición del sistema educativo español frente al resto de los países desarrollados, crecientes problemas de inadaptación en las aulas, violencia escolar, falta de motivación del profesorado, incapacidad para dar respuesta a la cada vez mayor heterogeneidad del alumnado, implicación cada vez menor de las padres y de las madres en la vida de los Centros, etc. Y ante esta grave realidad Izquierda Unida se queda en proponer pequeñas modificaciones que sólo tienen que ver con la cáscara del problema. Que hay que potenciar la escuela pública, que hay que disminuir el número de alumnos/as por aula, que hay que dar más medios a la escuela, ¡incluso que hay que extender la educación obligatoria hasta los 18 años! o la barbaridad de proponer la jornada continuada en los colegios. Nuestras propuestas casualmente suelen estar en sintonía con las reivindicaciones laborales, teniendo en muchas ocasiones importantes visos de corporativismo. Es más, caemos en la contradicción de que, apostando con énfasis por la escuela pública, planteamos medidas que van en contra de la competitividad de la misma favoreciendo a la concertada.

Izquierda Unida, como fuerza política transformadora, tiene que ir más allá y proponer un nuevo modelo de escuela que plantee una red única de centros sostenidos con fondos públicos. Una red única que debe tener los mismos horarios, atender a la misma tipología de población, requerir igual cualificación profesional, disponer de medios materiales similares; una red única que anteponga los derechos del alumnado, de sus familias y de la calidad educativa a los intereses corporativos; una red única capaz de responder a los retos de la sociedad de hoy y no a la del pasado siglo; una red única que se nutra de aquellos otros profesionales, no sólo profesores y profesoras; que la respuesta a esos retos exige; una red única capaz de interactuar con su medio e íntimamente insertada en la comunidad donde se asienta; una red única integradora de esa creciente población de orígenes culturales, sociales, lingüísticos, religiosos ... distintos; una red única laica, radicalmente laica; una red única que establezca sólo a las administraciones, ya sea la local, la autonómica o la estatal, como propietaria de suelo, edificios y equipamiento; una red única que permita el uso intensivo de inversiones realizadas con fondos públicos por parte de todos, estableciendo a los ayuntamientos, como administraciones más cercanas, para la coordinación de esos usos múltiples; ... Y de esto es de lo que hay que hablar, no de definir si los maestros/as deben ser funcionarios/as o personal laboral o formar parte de alguno de los tipos de economía social al uso. Como diría Mariano Fernández Enguita, la escuela es pública sólo si responde a los intereses públicos y, la escuela actual que conocemos como pública, en la mayoría de las ocasiones más que pública es del funcionariado.

¿Cuál es la garantía real de lo público? Titularidad pública, propiedad pública, interés colectivo y gestión transparente, eficaz y controlada por los poderes públicos, así como participada por la sociedad en la que se inserta. ¡Pues propongámoslo! Sólo así podremos establecer un modelo realmente alternativo al actual que sea capaz de romper la actual dualidad pública/concertada.

Y esta propuesta, definida de forma muy rápida y sin los necesarios matices, es lo que creo debemos defender para el servicio público en general, como es natural, adecuando las concreciones a las especificidades de cada uno de ellos.

Creo que ya he abusado de los espacios máximos asumibles para un post. Ruego disculpas y amenazo con continuar.

viernes, 4 de abril de 2008

IU tercera entrega. El mito de los movimientos sociales.

Decíamos ayer que es imprescindible analizar la sociedad actual para que, una organización política como la nuestra que predica su transformación, pueda utilizar los medios adecuados para avanzar hacia sus objetivos. En esa misma línea, aunque sugiriendo un trabajo profesional, plantean en sus blogs los compañeros Paco Romero y Juan Martínez que es impresncindible ese análisis sociológico.

Yo desde un modesto atrevimiento y partiendo únicamente desde la experiencia, voy a osar avanzar algunos apuntes sobre mi visión de los movimientos sociales y de como éstos son radicalmente diferente de aquellos de los años 70 y primeros 80 a los que invocamos en nuestros discursos como si la Historia no hubiera actuado sobre ellos.

Con carácter previo y para evitar interpretaciones malintencionadas, quiero manifestar expresamente mi total respeto hacia el asociacionismo en general y, más en particular hacia las personas que se integran en un colectivo para defender una causa o derechos colectivos o simplemente para aunar esfuerzos ante un objetivo común.

Los movimientos sociales de carácter sociopolítico integral se han acabado. Ya no existen asociaciones vecinales que pretendan avanzar hacia el cambio social; las AMPAS no definen entre sus objetivos estratégicos la defensa integral del modelo público educativo, ni siquiera la calidad educativa en abstracto; los sindicatos, incluyendo los de clase, se han corporativizado, dedicándose más a defender los intereses concretos y específicos de colectivos, sin tener demasiado en cuenta los derechos ciudadanos o si se pone en peligro el progreso social; muchas ONGs se han convertida en meros órganos intermediarios de gestión de subvenciones públicas. Quizás los únicos movimientos sociales que conservan una visión sociopolítica global sean el feminismo, una parte importante del ecologismo, el movimiento antiglobalización, así como algunos emergentes como los que defienden el laicismo.

Uno de los elementos que han dado por un lado la vida y, por otro han facilitado estos cambios en los movimientos sociales, ha sido la dependencia de las subvenciones públicas, dependencia que limita su autonomía y que ha generado en muchos de ellos su transformación en empresas de gestión. La moderación del discurso socio-político y la profesionalización de muchos de sus cuadros dirigentes han sido causa y efecto a la vez de este cambio, aunque ni mucho menos son los más importantes.

El avance de la sociedad de consumo, la individualización creciente, el endeudamiento general hipotecario, el incremento de las jornadas laborales familiares que, con excepción del personal al servicio de las administraciones públicas, nos vemos obligados a admitir para hacer frente a las exigencias de ese consumo, la enorme oferta de ocio existente, etc. son causas mucho más significativas. Actualmente hay que ser un verdadero héroe o heroína, o tener unas convicciones socio-políticas muy acentuadas para vencer al neón.

Hoy los ciudadanos y las ciudadanas se asocian para el logro de objetivos concretos muy pegados al terreno. Así, por un lado prolifera el asociacionismo que agrupa a personas en torno al ocio, el deporte o la cultura; o, como mucho se constituyen Plataformas para la defensa de una reivindicación concreta, plataformas que se disuelven una vez logrado el objetivo.

Aunque sea políticamente incorrecto y, aparentemente contradictorio con lo que propondré después, no puedo dejar de realizar un comentario crítico acerca del papel que están ejerciendo los sindicatos mayoritarios en la sociedad actual. Ya lo apuntaba al principio al hablar de "corporativización" de los sindicatos de clase.

Soy afiliado a CCOO y antes lo fui de UGT. Nunca me habría planteado ninguna otra opción desde mi concepción de que el sindicalismo no sólo debe defender los intereses de los trabajadores y trabajadoras de su sector, sino que deben tener en cuenta a los trabajadores y trabajadoras en general. Esta realidad es especialmente importante y significativa en el sector público. Utilizando el ejemplo de mi sector profesional, los sindicatos de enseñanza deben tener en cuenta los derechos de profesores y profesoras, pero también los de los trabajadores y trabajadoras que llevan a sus hijos e hijas a los centros educativos. Lo mismo podíamos esgrimir sobre los sindicatos de la sanidad, del transporte, de las administracions públicas, etc. Pues bien, como resultado de la corporativización, así como de la mayor permisividad existente entre los gestores públicos, muchos de los cuales procedemos de los propios movimientos sindicales; los sindicatos, y a veces, sobre todo los de clase, vuelcan la presión reivindicativa y movilizadora sobre el sector público y abandonan a los sectores más desfavorecidos de la clase trabajadora. El efecto está siendo una cada vez mayor separación, tanto en salarios como en condiciones laborales, entre el funcionariado y demás personal directa o indirectamente ligado al sector público, y los hombres y mujeres que trabajan en la empresa privada, sobre todo en las pequeñas y medianas; dando lugar a la creación de una "aristocracia obrera" envidiada por aquellos y aquellas que están sometidos y sometidas a duras condiciones laborales y bajos salarios.

Acerca del papel de los sindicatos en las administraciones públicas escribiré más detenidamente en otra ocasión.

Completar un análisis riguroso sobre el papel de los movimientos sociales en la sociedad actual, así como de su capacidad de influencia será importantes para, por un lado, desarrollar una crítica constructiva sobre el papel de los mismos y de su relación con la organización política que queremos construir, así como para desacralizar alguna de nuestras viejas certezas que en algunos de nuestros compañeros y compañeras están más cerca del mito o incluso del dogma que de ese análisis crítico que debe imperar en la izquierda.

No obstante, sigo pensando que nuestro futuro deberá orientarse hacia un nuevo modelo de relación, desde el respeto, desde la consideración de la mutua independencia y desde la práctica colaborativa, con todo aquello que se mueva en la sociedad en direcciones confluyentes a nuestras propuestas. Así, el movimiento sindical, el movimiento ecologista, el feminismo, los movimientos solidarios o de defensa de las libertades y de los derechos civiles, etc., deberán estar en nuestro horizonte, pero sin prejuicios, ni apriorismo supuestamente ideológicos o fundacionales.

Para acabar esta entrega. A pesar de lo expresado, a pesar de mis planteamientos críticos, considero que la Izquierda Unida de futuro que todas y todos decimos querer construir, deberá en su proceso constituyente abrir un apartado especial y prioritario de debate para promover un acuerdo leal de colaboración y alianza preferente con el sindicalismo de clase.

miércoles, 2 de abril de 2008

IU segunda entrega. Clarificar el discurso.

Terminaba la primera entrega afirmando que a pesar de todo casi un millón de ciudadanos y ciudadanas han seguido apoyando a IU. ¿Podemos deducir de ello que hay espacio electoral para una fuerza política de izquierda alternativa de carácter estatal? A pesar de algunos análisis que insisten sobre el fuerte cambio experimentado por la sociedad española en los últimos años caracterizado por un importante aumento de esas denominadas clases medias que, al amparo de la bonanza económica, han visto mejorar su nivel de vida y, en consecuencia, se ha hecho más conservadoras; así como la asimilación desigual del fenómeno migratorio que ha generado que discursos tan sectarios e insolidarios como el del popular Cañete hayan calado en la capa más desprotegida de la sociedad española que han asumido ese discurso en la parte referente al riesgo de que los inmigrantes se queden con las prestaciones, las plazas escolares o las viviendas sociales que debiera corresponderles a ellos, considero que ese espacio político existe.

Para lograr ocupar ese espacio es imprescindible que seamos marxistas metodológicamente; es decir, que utilicemos lo que nos enseñó Don Carlos en el siglo XIX: analizar previamente la realidad que queremos transformar, para así poder tomar las decisiones necesarias. Pero algunos compañeras y compañeros confunden el marxismo como método de análisis de la realidad con la mimética aplicación de las políticas que se adecuaban a la sociedad del XIX o del XX a la actual del siglo XXI. ¡Cómo si la sociedad no hubiera cambiado!

Continuamos hablando de clase trabajadora sin más como si la mayor parte de la población siguiera trabajando en cadenas de producción. Continuamos hablando de estar en la calle y en los movimientos sociales como si los movimientos sociales no hubieran cambiado radicalmente y respondieran más a la resolución de inquietudes concretas que al componente de cambio social y político que caracterizaba a los movimientos de los años 70 y primeros 80. Continuamos hablando prioritariamente de federalismo o de república como si desconociéramos que la gran mayoría de esa población a la que decimos representar lo que realmente les preocupa es como hacer frente a los incrementos de su hipoteca o qué política económica proponemos para atacar la precariedad y el creciente incremento de las desigualdades. Continuamos siendo sensibles a muchas reivindicaciones corporativas de empleados públicos sin tener en cuenta que lo que realmente los votantes quieren es que la educación funciones y se ponga coto al fracaso escolar o que desaparezcan las listas de espera sanitarias y se frene el deterioro del sistema público de salud. Continuamos hablando de antiglobalización sin tener en cuenta que la globalización nos afecta directamente y que tenemos que dar respuestas concretas para compatibilizar los derechos y las medidas de protección a los inmigrantes con los derechos y las medidas de protección a la población autóctona afecta por la precariedad y la pobreza. Continuamos hablando de cooperación al desarrollo,y tenemos que seguir haciéndolo, pero sin contemplar como en nuestras propias ciudades exite un Carto Mundo para el que no proponemos soluciones. Continuamos criticando el desarrollo de las grandes infraestructuras viarias y de comunicaciones porque atentan contra el medio, pero sin explicar nuestras alternativas para procurar que la gente no pase 2 ó 3 horas en el trayecto entre su casa y su lugar de trabajo. Y así podíamos continuar haciendo este párrafo interminable.

La población, los y las votantes exigen a la fuerza política por la que optan soluciones a los problemas, no que le devolvamos sus problemas con más problemas, por muy sustentados en la "ideología" que esté nuestro discurso.

Hay algunos compañeros de IloveIU que están proponiendo un estudio sociológico para que nos ayude a comprender mejor la realidad. Sin estar en desacuerdo con ellos, opino que la experiencia y el conocimiento de la realidad en la que operamos nos faculta para que nosotros y nosotras nos atrevamos a realizar ese análisis. Pero debe ser un análisis sin apriorismos y procurando la descontaminación previa de nuestros prejuicios.

En definitiva, pretendía dedicar esta segunda entrega a definir propuestas concretas para contribuir en lo que, en mi modesta opinión, debe ser nuestro futuro discurso político, pero como los expertos me han insistido mucho que los textos no deben ser excesivos, me temo que deberé dejarlo para próximas entregas, alterando el calendario previsto.

En la próxima intentaré con honestidad y sin complejos escribir sobre el mito de los movimientos sociales.

martes, 1 de abril de 2008

IU primera entrega. Todo en contra.

Aunque los optimistas impenitentes pretendiéramos engañarnos a nosotros mismos, pocas opciones había. Casi todas las circunstancias obraban en contra de un resultado electoral favorable para Izquierda Unida. No obstante se dio una circunstancia que, utópicamente, nos hacía concebir esperanzas a algunos. Las primarias organizadas de forma nítida que concluyeron con un aval importante para nuestro candidato, Gaspar Llamazares y un apoyo de las bases hacia nuestro papel parlamentario en la legislatura que estaba acabando.

Todos los demás factores jugaban en contra, tanto los externos como los internos.

Empecemos por los externos. Una sociedad española polarizada, con la izquierda sociológica asustada por la radicalización del discurso de la derecha. Unos medios de comunicación que ignoraban ninguna opción que no fuera la potenciación del bipartidismo. Una campaña electoral, desarrollada por los partidos mayoritarios y avalada por los medios, irrespetuosa con nuestro sistema político, pareciendo más una contienda presidencial que la parlamentaria que realmente era. Una ley electoral desincentivadora del voto de la "otra" izquierda que pudiera dar indirectamente el voto a la derecha. Un sector de la población que todavía conserva el recuerdo de como en la municipales del anguitismo Izquierda Unida consintió que muchas ciudades con mayoría de izquierdas fueran gobernadas por el PP. Un atentado terrorista en vísperas electorales contra un exconcejal socialista que invitaba a un voto solidario de la izquierda para con el partido de la víctima.

Y si a estas circunstancias "ambientales" negativas añadimos los factores achacables a nuestros errores políticos; es decir, las causas internas, podemos concluir que independientemente del voluntarismo optimista de algunos, la suerte estuvuiera echada. Veamos. Una organización dividida, con un doble discurso y con tensiones internas tan graves como la que dio lugar al caso valenciano. Un candidato cuestionado y despreciado por una parte de los suyos. Una campaña electoral pobre y de bajo perfil, poco profesional y con imágenes y eslóganes inadecuados con los tiempos que vivimos. Una campaña, por cierto, boicoteada por el sector que no apoyó a Llamazares. Un discurso insuficiente que se queda más en radicalismos efectistas que en el desarrollo de propuestas políticas concretas capaces de dar solución a los problemas de la ciudadanía. ¿Quién conoce nuestra alternativa económica? ¿Quién nuestro modelo de servicios públicos? ¿Quién ...?
Y si a eso sumamos nuestras incoherencias sobre el modelo de Estado o nuestras idas y venidas acerca del terrorismo de ETA ... ¡Qué daño nos ha hecho gobernar con ANV en Mondragón! ¡Y la mayoría de nosotros ni siquiera lo sabíamos!

La buena noticia es que, a pesar de todas estas circunstancias, casi un millón de ciudadanos expresaron en las urnas su apoyo a Izquierda Unida.