jueves, 4 de marzo de 2010

Visiones de quince días de ceguera

Quince días pendiente de la radio, quince días sin ver, sólo conectado con la realidad a través del teléfono, escuchando la radio o también escuchando la televisión. Quince días eternos.

Quince días de catástrofes. Tras Haití, el terremoto de Chile, con un efecto menos destructivo en lo material, aunque con resultdos que hacen ver lo débil de la condición humana, unas debilidades que alejan a las personas de la concepción idealista reflejada por Rousseau allá por el siglo XVIII. Y más tarde, cuando empiezo a recuperar la luz, la tragedia se desplaza a Uganda en la profunda África.

En nuestros lares todo sigue igual. La crisis continúa su curso. El paro creciendo, siendo muy preocupantes los datos de febrero, aunque el Gobierno los quiera relativizar y el PP pretenda exagerarlos. Frente a la crisis, por fin Zapatero, con casi dos años de retraso insta a la negociación. ¿Negociación? ¿Con qué actores? ¿Para cambiar el sistema de pies de barro que se está cayendo? ¿Con el fin de realizar pequeños retoques de corte tradicional que permitan una ligera majoría que le haga llegar a la próxima convocatoria electoral con posibilidades? Pero, ¡ay!, en pleno debate sobre la recesión y sus salidas, salida fue la del Ministro Corbacho, la de aquel que antes fuera Alcalde. Retrasemos la jubilación a los 67 -como poco-, ampliemos a 25 los años para calcular las pensiones, y así conseguiremos reflotar las cuentas de la Seguridad Social y hacer viables el sistema frente a la disminución de los cotizantes debidos al paro y al decrecimiento de la natalidad.

Ante esta brillante, novedosa y genial idea de puro corte izquierdista, los sindicatos, nuestros sindicatos de clase, por fin se deciden a movilizar. ¡A la calle! ¡Eso no, Zapatero! - dijo Méndez. ¡Qué barbaridad! -recalcó Toxo. Convoquemos manifestación, pero ¿contra el Gobierno? Bueno, sí, pero no. El Gobierno es malo, pero no tanto, peor es la oposición y, sobre todo la patronal.

Yo seguía sin luz y no tuve que decidir si ir o no ir. Pero muchos ciudadanos y ciudadanas que rechazan de plano la subida de la edad de jubilación, ante la debilidad y lo dubitativo del mensaje se quedaron en casa.

Y en política exterior más de lo mismo y algún hecho que obliga a la reflexión desde la izquierda, desde nuestra trinchera. Irak y Afganistán continúan acumulando muertos en sendas guerras neocoloniales sin sentido. En Cuba, un opositor es dejado morir de hambre por el castrismo. ¿Qué hubiéramos dicho desde IU si esto le hubiera ocurrido a Haidar? El Gobierno de "nuestro amigo" Chaves es denunciado por el juez Velasco por interactuar con ETA y las FARC para atentar contra líderes colombianos.

Por otro lado continúa la campaña de la derecha extrema y de una parte del poder judicial contra Garzón. Esperanza Aguirre pide un Gobierno de concentración contra la crisis. La negociación del Gobierno con la crisis de fondo continúa sin resultados. ¡Baje los impuestos! ¡Elimine el déficit! -ruge la derecha. Hay que reducir el déficit, pero también aumentar los ingresos -responde con delicadeza y amabilidad la vicepresidenta Salgado.

Y nosotros qué. ¿Dónde está Izquierda Unida? Pues como siempre en los Ayuntamientos. En Rivas se prepara un homenaje a Garzón -parece que mi aldea gala se ha convertido en la sede de muchas de las luchas contra las injusticias del momento-. En San Fernando, su Alcalde sigue luchando contra el ruido generado por Barajas. Eugenio, nuestro compañero de Cobeña; José Manuel en Bustarviejo y también en Fuentidueña, Casarrubuelos, Navalagamella y allí donde cogobernamos seguimos trabajando denodadamente para paliar los efectos de la crisis a la ciudadanía y, todo ello sin competencias en empleo, ni en servicios sociales. Pero, ¿dónde están las propuestas de IU frente a la crisis? Parece que preferimos hacer el ridículo defendiendo lo indefendible en Cuba o echando un cable al general populista venezolano.

Como podéis comprobar, amigos bloggeros, la ceguera, aunque sea transitoria, aguza el oído, entorpece el entendimiento y profundiza en la visión heterodoxa de la realidad.