miércoles, 13 de enero de 2010

Un Estado excesivamente proteccionista genera una sociedad ñoña

La fuerte nevada sufrida por una parte muy importante de nuestro territorio, ha vuelto a poner de manifiesto una realidad dual. Por una parte el exceso de alarmismo proteccionista desarrollado por parte de los poderes públicos ante situaciones naturales previsibles, aunque no habituales y, por otro la actitud de una parte de la ciudadanía que, ante estas situaciones reacciona más como niños malcriados que como personas sujetas a derechos, pero también a obligaciones.

Son en mi opinión dos caras de la misma moneda. Las administraciones públicas en general estamos acostumbrando a la población a ofrecer soluciones sin contrapartidas, mientras que esa misma población se vuelve cada día más exigente incluso por encima de lo razonable. Si a esto añadimos el alarmismo exagerado extendido a través de los medios de comunicación el cóctel se vuelve explosivo.

Estos días hemos tenido carreteras cortadas, aeropuertos soportando retrasos importantes, aceras de difícil tránsito, la red ferroviaria afectada por incidencias diversas, el transporte público también con problemas de frecuencias, etc., etc.

Estos días hemos sufrido un machaque permanente de los medios de comunicación con recomendaciones de quedarse en casa, de no salir por carretera; reportajes televisivos insistiendo en teóricos aislamiento de pueblos, así como de demostraciones permanentes de cómo los quitanieves trabajan en calles y carreteras, como los operarios municipales de los distintos pueblos y ciudades esparcen sal a raudales o incluso al ejército actuando en determinados territorios.

Estos días, la DGT, la AEMET, los Ayuntamientos hemos tenido colapsados nuestros teléfonos con solicitudes de información, con peticiones de ayuda a situaciones complicadas, pero también con exigencias fuera de lo razonable.

Por poner un ejemplo. Los Ayuntamientos que funcionan razonablemente bien frente a las emergencias, como es el caso del mío, ante la nevada han limpiado las vías principales de circulación, han esparcido sal por las aceras en torno a los Centros Públicos, Colegios, Centros de Salud, Paradas de medios de transporte, etc, desplegando los recursos disponibles a partir de las previsiones de una meteorología adversa. El trabajo que se desarrolla en estas ocasiones excepcionales por todo el aparato municipal, empezando por la dirección política y terminando por el último operario que con su carrito esparce la sal, es inmenso. Las horas detraídas del sueño, el esfuerzo económico realizado es el máximo posible. Pero en situaciones extraordinarias es imposible llegar al último rincón de cada ciudad o de cada pueblo.

Quizás haya llegado el momento de empezar a pedir, o a exigir como hacen en las ciudades europeas, la colaboración ciudadana para que cada vecino o vecina se haga cargo de quitar la nieve en su tramo de acera o de esparcir sal, al menos, en la rampa de su garaje.

Es normal que, tanto a los operarios de los servicios de mantenimiento o de limpieza que duplican jornada en estas circunstancias, como a los políticos o al personal directivo que se pasan noches sin dormir coordinando las operaciones de emergencia, no les siente nada bien las exigencias de algunos vecinos que se creen con derecho a que se acuda de inmediato a la puerta de su casa a limpiar la entrada de su casa o la salida de su garaje, sin comprender que los servicios públicos tienen la obligación de dar prioridad al interés público y por tanto anteponer el interés colectivo.

Es cierto que esta actitud no es la mayoritaria y que gran parte de los vecinos y vecinas son comprensivos y comprensivas en estas situaciones, actúan solidariamente y colaboran para el mejor funcionamiento de las ciudades y los pueblos, pero, por desgracia, son esas actitudes que extralimitan la exigencia las que tienen eco en los medios de comunicación y las que son alimentadas por ese proteccionismo institucional generador de esas sociedad ñoña que estamos construyendo.

Ante fenómenos meteorológicos extraordinarios es normal que haya retrasos en los aeropuertos, es normal que las frecuencias de trenes, metro y autobuses se resientan, es normal que haya algún golpe de más en vehículos, es normal que se llegue tarde al trabajo y no es sano que se eche la culpa a instituciones, empresas o particulares.

Lo que no es normal es lo que hizo el lunes la Comunidad de Madrid en el ámbito educativo. No es normal anunciar por radio que en los colegios no se impartiría clase, aunque se abrieran. No es normal que se consintiera que muchos centros, desde una interpretación cómoda de una noticia de prensa, impidieran la entrada de muchos alumnos y alumnas al colegio. No es normal que como consecuencia de una mezcla de obsesión por la seguridad, proteccionismo institucional y comodidad se rompa la marcha natural de la actividad cotidiana.

En definitiva, en situaciones como la de esta semana se pone de manifiesto como una sociedad cada vez más conservadora y cada vez más obsesionada por la seguridad, tiende a niveles de comportamiento típicos de niños malcriados y como unas instituciones también cada vez más acomplejadas y cada vez más presas de la imagen incentivan los comportamientos más insolidarios desde una actitud proteccionista y de consideración de la ciudadanía como si fuera menor de edad.

jueves, 7 de enero de 2010

El deporte espectáculo, último reducto de la discriminación de género

El deporte profesional se ha convertido en el último reducto del machismo, en la sistemática negación de la igualdad de género. Es de todas y todos conocida la dictadura del fútbol, masculino, por supuesto, en las noticias del Deporte, tanto en prensa escrita, como en televisión y, sobre todo en radio; aunque no es menos cierto que de vez en cuando se cuelan noticias de otros deportes, siendo el baloncesto, la segunda modalidad deportiva en presencia en los medios. Sólo algunos eventos, también del deporte protagonizado por hombres, se cuelan a veces en las secciones deportivas de los periódicos o en programas de radio o televisión. Es el caso de competiciones internacionales de los deportes ya mencionados o de tenis, ciclismo, atletismo, motor o, en menor medida, balonmano. No obstante, en todos los casos, con la excepción del tenis, siempre se trata de la modalidad masculina del deporte de que se trate. Y lo del tenis tiene trampa, porque en la mayoría de las ocasiones que aparecen jugadoras, hay más referencia a sus cualidades estéticas que a su calidad deportiva.

Dejando a un lado el fútbol, que como ya he mencionado copa más del 90% de los informativos deportivos, me referiré al segundo deporte tanto en audiencia como en número de deportistas federados/as de nuestro país. Se trata del baloncesto. La televisión pública española retransmite semanalmente un partido de liga semanal y uno o dos más de la máxima competición europea, la Euroliga, así como en alguna cadena privada se dan todos los partidos que juega la selección española y también se televisa todos los años la Copa. Además por radio se dan los resultados de los partidos de todas las competiciones y se hace una seguimiento especial a los jugadores españoles en la NBA.

En cambio, del baloncesto femenino nada de nada. Los/as aficionados/as del baloncesto protagonizado por mujeres, para hacer el seguimiento de nuestro equipo favorito tenemos que recurrir a Internet y, prácticamente ésta es nuestra única fuente de información. En la actualidad en España se juega la Liga, tras la rusa, de mayor nivel de Europa, una Liga muy competida en la que, tras concluir la primera vuelta, tres equipos andan igualados en cabeza. La Euroliga femenina, competición equivalente a la Euroliga que juegan el Real Madrid, el Barcelona, el Unicaja de Málaga y el Caja Laboral de Vitoria, está siendo disputada por tres equipos españoles, el Ciudad Ros Casares de Valencia, el Perfumerías Avenida de Salamanca y el Rivas Ecópolis de esta Aldea Gala y, además con grandes resultados, habiéndose ya clasificado los tres equipos para octavos de final. Pues bien, ni una línea en prensa escrita, ni un comentario en emisoras de radio, ni una imagen en cadena alguna de televisión, ni privada ni pública.

El próximo fin de semana se celebra en Zaragoza la Copa de baloncesto femenino, Copa que la propia Federación Española de Baloncesto ha descafeinado reduciendo su formato tradicional de ocho equipos a cuatro, alegando problemas de costes. Una nueva discriminación, la Copa masculina será de ocho equipos, en cambio la femenina sólo de cuatro. Además, la propia FEB se queja de la falta de apoyo televisivo. Esta misma federación ha firmado con la Ministra de Igualdad un pacto contra la violencia de género, así como un manifiesto a favor de la igualdad en el deporte. Pero ¿con quién se fotografía la Ministra Aido y el Presidente de la FEB? ¡Con las estrellas del baloncesto masculino!

Pues bien es necesario revolucionar también la información deportiva. Es imprescindible levantar nuestra voz a favor de la igualdad de la mujer en su práctica deportiva. Es necesario que los medios de comunicación se hagan eco de las gestas deportivas protagonizadas por mujeres. Hay que procurar que se informe de las ligas femeninas en radio, televisión y prensa escrita. Y no vale exponer la excusa de la audiencia. La audiencia también se construye, la audiencia también se educa. La emoción y la calidad técnica, por ejemplo, del baloncesto femenino no tiene nada que envidiar al baloncesto protagonizado por hombres. En la promoción del deporte femenino deben jugar un papel importante los medios públicos de comunicación, medios que no pueden dejarse llevar por los mismos principios cortoplacistas y de audiencia que mueven a los privados y que tienen la obligación de ejercer mecanismos de discriminación positiva. Sólo desde la voluntad política es posible cambiar la realidad.

Al menos, Teledeporte televisará la primera semifinal y la final de la Copa este fin de semana desde Zaragoza. Esperemos que no sea flor de un día y que esta apuesta de una televisión pública, aunque sea únicamente temática, por el deporte femenino con mayor repercusión y con más éxitos de nuestros clubes y selecciones en el ámbito internacional, empiece a extenderse y a generalizarse. Luchemos para que la Federación Española de Baloncesto haga efectiva la igualdad de género, que teóricamente preconiza, volviendo el año 2011 a la modalidad de Copa con ocho equipos, dando al menos el mismo tratamiento en sus propios medios a las competiciones femeninas que a las masculinas y que logre para la máxima competición femenina y para la selección femenina lo mismo que consigue para la selección masculina en las televisiones.

Para acabar, un saludo a Gorka, compañero salmantino de blog, al que espero ver el sábado en Zaragoza, aunque en esta ocasión seamos rivales, aunque deportivos y una recomendación. Enchufad a las 17 horas la tele, sintonizad Teledeporte y disfrutad con el espectáculo deportivo del Rivas Ecópolis – Perfumerías Avenida, primera semifinal de Copa. Ya veréis que bien juegan al baloncesto las mujeres.

lunes, 4 de enero de 2010

2010

Empieza un nuevo año y parece obligado desear lo mejor para las personas que queremos, para las causas que defendemos, para las organizaciones a las que pertenecemos, e incluso para la gente en general.

Pues bien, yo que nunca digo Feliz Navidad, ni Felices Fiestas, ni siquiera Feliz Año. Yo, que espero a que me expresen el deseo para contestar con cortesía el obligado “igualmente”, voy a retomar este blog tras más de medio año de abandono para hacer lo que la tradición manda y aquello a lo que, hasta hoy, me había resistido.

Deseo para Izquierda Unida que deje de ser una organización política desconectada de la realidad, dependiente de un partido que ya no representa nada ni a nadie y se convierta en aquello que la sociedad española y madrileña necesitan: una alternativa real roja y verde a esa izquierda descafeinada que cada vez se parece más a la derecha.

Espero para Rivas-Vaciamadrid, mi Aldea Gala, que continúe siendo una referencia de gestión política alternativa en este país, que siga siendo el referente utilizado por muchos para organizar eventos para la defensa de causas como la saharaui, la reivindicación de la memoria o la defensa de los derechos de los y las migrantes. Y todo ello manteniendo su apuesta por la calidad de vida de sus vecinos y vecinas a través de su amplia red de servicios públicos, su apuesta por la sostenibilidad ambiental o su política de vivienda como otro servicio público básico.

Confío en que el anunciado Pacto para dar estabilidad al sistema educativo español no se haga a costa del predominio del interés público o de la renuncia a la laicidad y que el Ministro Gabilondo lo negocie no sólo con el Partido Popular, sino con el resto de las fuerzas políticas, además de con los/las representantes de la Comunidad Educativa.

Defiendo la igualdad de género también en el deporte espectáculo y reivindico un mayor papel de las deportistas y de los equipos femeninos en los medios de comunicación en general y en la televisión pública en particular.

Pronostico que el Rivas Ecópolis, el equipo de baloncesto femenino representativo de mi ciudad, va a seguir haciendo historia en España y en Europa y se convertirá en alternativa real a los dos grandes del deporte femenino español.

Y me comprometo a dejar a un lado mi desidia y que, a pesar de lo mal que lo estoy pasando con Izquierda Unida y con su fallida refundación, retomar una cierta regularidad para escribir en este blog.