martes, 25 de mayo de 2010

La enajenación mental de Zapatero

Ayer se publicó el decreto anunciado en rueda de prensa por el Gobierno que establecía los ya conocidos recortes salariales al funcionariado, la congelación de las pensiones, la eliminación del cheque bebé y el fin de la retroactividad de las prestaciones correspondientes a la dependencia; así como, de soslayo, como quiien no quiere la cosa, cladestinamente, innovando con inclusión de la prohibición de endeudamiento a largo de los Ayuntamientos y sus entidades públicas dependientes.

Si fuera poca la locura del Presidente con unas medidas como las ya anunciadas que, una vez más, sólo inciden en la contención del gasto sin tocar para nada el capítulo de ingresos, nos sorprende con esta última medida que incidirá inequívocamente en la capacidad inversora de los ayuntamientos y, por tanto, en el deterioro de los servicios públicos locales y en el incremento del paro en el ya disminuido sector de la construcción.

Este hombre ha perdido la cabeza o es un rehén de los gurús financieros internacionales que, además, pretenden que nuestro "sonado" Presidente dé una nueva vuelta de tuerca con la reforma laboral y el ya "globosondeado" retraso en la edad de jubilación.

El sistema financiero internacional ya ha demostrado que sus métodos no sirven. Es la especulación financiera la que ha provocado la dura crisis econónmica que padecemos en la actualidad y, los mismos que han sido los causantes no pueden ser los que impongan las medidaas para salir de ella. Es imprescindible ir al fondo de la cuestión realizando un análisis crítico sobre la génesis de la crisis y reformulando el sistema económico sobre el que se asienta el mundo "desarrollado".

Y mientras tanto bastaría con que el Gobierno de España, nuestro gobierno, propusiera medidas acordes con su ideología; es decir, una política económica propia de una socialdemocracia moderada. Algunos ya ni nos atrevemos a pedir más.

Cualquier política de ajuste en el gasto para contener el déficit debe ir acompañada necesariamente de medidas que incrementen los ingresos. En este país hay que recuperar el impuesto sobre el patrimonio, hay que gravar las rentas del capital en la misma medida que se gravan las del trabajo, es imprescindible penalizar las grandes fortunas y los productos de lujo y hay que incrementar el IRPF para las rentas superiores a los 60.000€ anuales. Y todo ello acompañado de una política inspectora que arremeta decididamente contra el fraude fiscal.

Sólo con decisiones económicas como las señaladas podrían comprenderse medidas de sacrificio y de ajuste sobre las rentas medias de nuestra sociedad como son las del funcionariado.

Pero parece que la enajenación mental de Zapatero no es transitoria y que si su propio partido no lo sustituye será la ciudadanía la que lo quite de enmedio. Y lo malo es que la alternativa por la derecha es aún peor.

Y mientras, por la izquierda, en una situación tan crítica como la actual continuamos en una actitud contemplativa.

¿Seremos capaces de reaccionar?

lunes, 17 de mayo de 2010

Málaga

Málaga es mi ciudad, el sitio donde nací. Si bien abandoné esa entrañable lugar del Mediterráneo hace ya muchos años, cuando todavía no había alcanado la mayoría de edad de entonces –21 años- y por motivos laborales, hoy treinta y cinco años después, sigo manteniendo un fuerte apego por ella y por todo lo que emana de ella.

Allí vuelvo cada vez que puedo. La familia tira, pero el mar, el paisaje urbano y el paisanaje, también. Y yo, que siempre me he definido como “malagueño, ripense y ciudadano del mundo” sigo haciendo gala de cierto localismo un poco radical y hasta cierto punto paleto, o más bien cateto como se dice por allí.

¿A qué viene esta disertación y más con la que está cayendo?

Pues a que uno de los elementos que me identifican como malagueño es que sigo diciendo por ahí que soy del Málaga y del Unicaja. Y como que casi siempre que escribo algo sobre deporte lo hago sobre baloncesto y femenino, esta vez voy a hacerlo sobre fútbol, aunque, como la cabra siempre tira al monte, sin olvidar la política ni los medios de comunicación.

Y escribo con rencor, con rencor hacia esos medios de comunicación que despreciando a un club modesto, no daban la más mínima posibilidad al equipo de mi tierra frente al florenpoderoso Real Madrid en el partido que los enfrentaba en la última jornada de Liga. Esos medios de comunicación que unánimemente hacen de palmeros del modelo hipercapitalista que utiliza el magnate de la construcción para confeccionar la plantilla de ese equipo que sigue viviendo de su laureada historia durante los duros años del franquismo.

Toda la prensa, esa prensa, reitero, al servicio del magnate, daba por segura la victoria del Real Madrid en La Rosaleda. Esa misma prensa que confiaba en Clemente y su autobús para empatar o ganar en Barcelona y que no daba un duro por el Málaga se ha tenido que tragar sus pronósticos.

Pues bien, el Málaga empató con el Real Madrid, incluso habiéndosele escamoteado un penalti de libro y el Barcelona apabulló al Valladolid lo que sirvió para que el equipo catalán reeditara el título de Liga y para que el Málaga, con su decena de canteranos incluida, conservara su plaza en la Primera División de la que dicen la mejor liga del mundo.

A veces hasta el deporte espectáculo es justo y en la Liga española se ha impuesto una forma de hacer las cosas, las del Barcelona, con un modelo de juego y con su apuesta por la cantera al estilo multimillonario, prepotente y hasta chulesco del equipo de Pérez, … Florentino.

jueves, 6 de mayo de 2010

INVITACIÓN AL PESIMISMO

Mal andan las cosas.

Zapatero y Rajoy se reúnen para nada. Nada más que para acordar avanzar hacia una mayor liberalización si cabe de las Cajas de Ahorro.

Grecia anda revuelta frente al plan de rescate urdido e impuesto por los poderes económicos mundiales.

Los sindicatos mayoritarios convocan para el 1º de Mayo en una situación tan difícil como la actual y la manifestación se desarrolla sin alma, sin impulso, funcionarialmente, como si no pasara nada.

Una nueva catástrofe ecológica de imprevisibles efectos se concreta en las costas del país más poderoso de la Tierra.

Otra vez un tardío invierno agria la primavera que apuntaba. Los indicios del cambio climático vuelven a mostrarse.

Ya tenemos casi cinco millones de parados y paradas. Y no pasa nada. La sociedad sigue adormecida. ¿A causa de que las cifras oficiales se matizan con la economía sumergida? ¿Debido al efecto proteccionista de la familia sobre “sus” parados y paradas? ¿Por ambos motivos?

En Izquierda Unida se confirma el bluf de la refundación y, Madrid, también confirmada la defenestración de nuestros referentes ante la ciudadanía, apunta hacia unas candidaturas que motivarán a la gente votar al Capitán Trueno.

Del pacto educativo propugnado por el ministro Gabilondo, a la oposición le preocupan más los crucifijos, el velo o la “libertad de elección de centros” que los niveles de aprendizaje del alumnado.

El fútbol rácano del Inter triunfa sobre la creatividad del Barcelona.

Y por si fuera poco el equipo que representa el capitalismo futbolístico, el Real Madrid, sigue amenazando con imponerse al que representa un estilo propio y la promoción desde abajo.

Mal andan las cosas.