lunes, 17 de mayo de 2010

Málaga

Málaga es mi ciudad, el sitio donde nací. Si bien abandoné esa entrañable lugar del Mediterráneo hace ya muchos años, cuando todavía no había alcanado la mayoría de edad de entonces –21 años- y por motivos laborales, hoy treinta y cinco años después, sigo manteniendo un fuerte apego por ella y por todo lo que emana de ella.

Allí vuelvo cada vez que puedo. La familia tira, pero el mar, el paisaje urbano y el paisanaje, también. Y yo, que siempre me he definido como “malagueño, ripense y ciudadano del mundo” sigo haciendo gala de cierto localismo un poco radical y hasta cierto punto paleto, o más bien cateto como se dice por allí.

¿A qué viene esta disertación y más con la que está cayendo?

Pues a que uno de los elementos que me identifican como malagueño es que sigo diciendo por ahí que soy del Málaga y del Unicaja. Y como que casi siempre que escribo algo sobre deporte lo hago sobre baloncesto y femenino, esta vez voy a hacerlo sobre fútbol, aunque, como la cabra siempre tira al monte, sin olvidar la política ni los medios de comunicación.

Y escribo con rencor, con rencor hacia esos medios de comunicación que despreciando a un club modesto, no daban la más mínima posibilidad al equipo de mi tierra frente al florenpoderoso Real Madrid en el partido que los enfrentaba en la última jornada de Liga. Esos medios de comunicación que unánimemente hacen de palmeros del modelo hipercapitalista que utiliza el magnate de la construcción para confeccionar la plantilla de ese equipo que sigue viviendo de su laureada historia durante los duros años del franquismo.

Toda la prensa, esa prensa, reitero, al servicio del magnate, daba por segura la victoria del Real Madrid en La Rosaleda. Esa misma prensa que confiaba en Clemente y su autobús para empatar o ganar en Barcelona y que no daba un duro por el Málaga se ha tenido que tragar sus pronósticos.

Pues bien, el Málaga empató con el Real Madrid, incluso habiéndosele escamoteado un penalti de libro y el Barcelona apabulló al Valladolid lo que sirvió para que el equipo catalán reeditara el título de Liga y para que el Málaga, con su decena de canteranos incluida, conservara su plaza en la Primera División de la que dicen la mejor liga del mundo.

A veces hasta el deporte espectáculo es justo y en la Liga española se ha impuesto una forma de hacer las cosas, las del Barcelona, con un modelo de juego y con su apuesta por la cantera al estilo multimillonario, prepotente y hasta chulesco del equipo de Pérez, … Florentino.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades por el artículo, paisano. Me permito el lujo, si no tiene inconvenientes, de linkarle en facebook.

Un saludo.

Manuel Becerra

Anónimo dijo...

Hola soy administrador de una red de blogs estuve visitando tu página http://laaldeagala.blogspot.com/ y me pareció muy interesante. Me encantaría que pudiéramos intercambiar links y de esta forma ambos nos ayudamos a difundir nuestros páginas.
espero tu amable respuesta.
muchos Exitos y sigue adelante con tu blog.

saludos

Paulo Jose
contacto: paulojose0805@hotmail.com