Ayer domingo, en el Centro de Recursos de la Infancia de Rivas-Vaciamadrid, el candidato por Izquierda Unida a la presidencia del gobierno en las próximas elecciones generales, Gaspar Llamazares, protagonizó un encuentro con un par de centenar de personas para plantear las propuestas de nuestra organización política en lo referente a derechos cívicos, propuestas enmarcadas en la agria polémica que está en todos los medios de comunicación sobre el concepto de familia tradicional excluyente que está intentando imponer la derecha auspiciada por la jerarquía católica.
Gaspar defendió en Rivas la familia plural, la familia que la realidad social ha impuesto por la vía de los hechos y que, en este último periodo ha sido reconocida mediante la aprobación de diversas leyes gracias a la presión parlamentaria de Izquierda Unida. El reconocimiento de la diversidad sexual, la ley que posibilita el matrmonio entre parejas homosexuales y la ley de atención a la dependencia entre otros avances se han convertido en realidad.
Llamazares inisitió en la necesidad de reforzar la representación parlamentaria de I.U. para seguir avanzando en derechos cívicos y posibilitar el desarrollo de aquellas políticas sociales que el actual gobierno no ha sido capaz de implementar.
Un discurso valiente y comprometido que abogó por una ley de plazos del aborto, por la regulación de la eutanasia, por el estado laico, por la abolición del concordato vigente con la iglesia católica, por la erradicación de la religión de la escuela, etc. Un discurso que no tuvo reflejo en ningún medio de comunicación.
Mientras que Zapatero y Rajoy, Rajoy y Zapatero se repartían como buenos colegas los tiempos del pastel informativo en los medios de comunicación, esos mismos medios ignoraban a Gaspar llamazares y a Izquierda Unida.
Mal empezamos.
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