Esta misma mañana ha dimitido Rafael Simancas como Secretario General del PSOE madrileño tras asumir personalmente el fracaso electoral de su partido. Se ha anunciado que la inmediata constitución de una Gestora que llevará al partido a un Congreso extraordinario que nombre una nueva dirección.
La dimisión de Simancas, tras su entrevista con Zapatero, supome un primer paso para intentar que en Madrid, el partido mayoritario de la izquierda plantee una alternativa capaz de frenar la expasión de la derecha. Simancas era un obstáculo, sobre todo después de que en junio de 2003 sufriera en sus carnes el episodio de transfugísmo político que dio al traste con la ilusión de la ciudadanía tras el triunfo electoral de la izquierda.
Pero ahora les queda lo más difícil ya que no basta con arreglar el interior de su casa, sino que deberían plantearse como reto, además del cambio de su gastado discurso, la reorientación del mismo hacia la izquierda y la búsqueda de las personas adecuadas para liderar un proceso que permita movilizar al electorado.
Los partidos políticos, cuando entramos en crisis, podemos salir de ella de dos maneras; una, conservadora, ahormando lo interno, generando el acuerdo entre las familias para que las cosas se mantengan y, como máximo, cambiando a un personaje gris, por otro marrón; o saneando la organización, realizando una profunda autocrítica tras analizar las causas de la derrota para formular un nuevo discurso dirigido a la ciudadanía, proponiendo soluciones a sus problemas y apostando por una dirección capaz de conectar con la gente. En el PSOE madrileño siempre ha prevalecido la opción conservadora. Espero, que por el interés de todas y de todos, después de este enorme varapalo, ahora planteen un cambio en profundidad.
En Izquierda Unida no debemos conformarnos con el ligero avance que hemos tenido. Si nuestro discurso hubiera sido más nítido, si nuestras candidaturas hubieran sido mejores, si hubiéramos entrado antes en la liza electoral olvidándonos de nuestras cuitas internas, habríamos sido capaces de captar más votos de los desencantados del PSOE. Nuestra oposición en estos últimos cuatro años ha sido escasa y protagonizada casi exclusivamente por Fausto fernández e Inés Sabanés. ¿Por qué no hemos recordado sin cesar que el gobierno Aguirre estaba basado en un fraude electoral? Además es imprescindible que analicemos selectivamente los resultados en las elecciones municipales pueblo a pueblo. ¿Dónde hemos crecido? Sólo hemos crecido allí donde nuestra políticas han sido consideradas por la ciudadanía útiles, allí donde hemos actuado activamente para mejorar las condiciones de vida de la gente, allí donde hemos demostrado honestidad y coherencia. También hemos crecido allá donde desde la oposición hemos demostrado ser alternativa de gobierno, allá donde hemos estado en la calle con la gente, allá donde hemos demostrado nuestra capacidad de lucha y nuestra coherencia.
¿Dónde hemos perdido peso electoral? .... También nosotros tenemos que cambiar la organización y apostar por un nuevo liderazgo capaz de ser alternativa de gobierno desde la izquierda, alternativa creíble para de una vez por todas acabar con los largos años de dominio de la derecha en la Comunidad de Madrid.
2 comentarios:
¿Ahora se le llama dimisión?, preguntaría Maria Antonieta.
Estoy de acuerdo con tu análisis sobre el conservadurismo en la izquierda para ¿resolver? las crisis y sólo espero que además de poner un socialista al frente del psm, lo parezca. Por que no había nada más patético que ver a Simancas dándose golpes en el pecho de mitin en mitin gritando "soy de los vuestros, soy de los vuestros" mientras se levanta dos sueldos generosos.
La dimisión de Simancas es un paso relativamente leve en la buena dirección.
Lo decisivo está en verificar sí el PSM es capaz de iniciar una profunda rectificación que contribuya a evitar que Madrid siga siendo territorio controlado por la derecha, la Iglesia más carca y la especulación.
Para eso, por una parte, el PSM deberá ser capaz de liberarse de la compleja y pesada red interna de intereses creados heredada del felipismo, que le atenaza desde hace tantos años. Por otra, el gobierno del PSOE deberá realizar el giro a la izquierda que mencionas, especialmente en el terreno económico-social.
Porque lo que parece evidente es que en estas elecciones, en ausencia de políticas de izquierda facilmente reconocibles y defendibles (en vivienda, empleo, fiscalidad, Seguridad y Protección Social, etc), amplios sectores de la ciudadanía se han posicionado, y sobre todo abstenido, en función de la bronca bipartidista (ETA, autonomías, etc) planteada demagógicamente por el PP y sus medios de referencia y absurdamente secundada por el Gobierno y los suyos.
Se impone rectificar.
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