martes, 1 de abril de 2008

IU primera entrega. Todo en contra.

Aunque los optimistas impenitentes pretendiéramos engañarnos a nosotros mismos, pocas opciones había. Casi todas las circunstancias obraban en contra de un resultado electoral favorable para Izquierda Unida. No obstante se dio una circunstancia que, utópicamente, nos hacía concebir esperanzas a algunos. Las primarias organizadas de forma nítida que concluyeron con un aval importante para nuestro candidato, Gaspar Llamazares y un apoyo de las bases hacia nuestro papel parlamentario en la legislatura que estaba acabando.

Todos los demás factores jugaban en contra, tanto los externos como los internos.

Empecemos por los externos. Una sociedad española polarizada, con la izquierda sociológica asustada por la radicalización del discurso de la derecha. Unos medios de comunicación que ignoraban ninguna opción que no fuera la potenciación del bipartidismo. Una campaña electoral, desarrollada por los partidos mayoritarios y avalada por los medios, irrespetuosa con nuestro sistema político, pareciendo más una contienda presidencial que la parlamentaria que realmente era. Una ley electoral desincentivadora del voto de la "otra" izquierda que pudiera dar indirectamente el voto a la derecha. Un sector de la población que todavía conserva el recuerdo de como en la municipales del anguitismo Izquierda Unida consintió que muchas ciudades con mayoría de izquierdas fueran gobernadas por el PP. Un atentado terrorista en vísperas electorales contra un exconcejal socialista que invitaba a un voto solidario de la izquierda para con el partido de la víctima.

Y si a estas circunstancias "ambientales" negativas añadimos los factores achacables a nuestros errores políticos; es decir, las causas internas, podemos concluir que independientemente del voluntarismo optimista de algunos, la suerte estuvuiera echada. Veamos. Una organización dividida, con un doble discurso y con tensiones internas tan graves como la que dio lugar al caso valenciano. Un candidato cuestionado y despreciado por una parte de los suyos. Una campaña electoral pobre y de bajo perfil, poco profesional y con imágenes y eslóganes inadecuados con los tiempos que vivimos. Una campaña, por cierto, boicoteada por el sector que no apoyó a Llamazares. Un discurso insuficiente que se queda más en radicalismos efectistas que en el desarrollo de propuestas políticas concretas capaces de dar solución a los problemas de la ciudadanía. ¿Quién conoce nuestra alternativa económica? ¿Quién nuestro modelo de servicios públicos? ¿Quién ...?
Y si a eso sumamos nuestras incoherencias sobre el modelo de Estado o nuestras idas y venidas acerca del terrorismo de ETA ... ¡Qué daño nos ha hecho gobernar con ANV en Mondragón! ¡Y la mayoría de nosotros ni siquiera lo sabíamos!

La buena noticia es que, a pesar de todas estas circunstancias, casi un millón de ciudadanos expresaron en las urnas su apoyo a Izquierda Unida.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo soy uno más de ese millón....
Buenas tardes, me gustaría decir que últimamente estoy escuchando opiniones muy pesimistas sobre el futuro de IU, bajo mi punto de vista, creo que debiéramos de ir mas unidos hacia un mismo camino y a una misma meta.
Utopía o no es lo que ese millón quiere....
Salud y república!!

Anónimo dijo...

suscribo, firmo y rubrico tu opinion

Anónimo dijo...

Joder, Joserra, es la primera vez en mi vida que se me hace corto un texto tuyo. No sé yo por qué, me da la impresión de que te estás dejando muchas cosas en el tintero...

Anónimo dijo...

Con permiso, esto es una prueba.

Anónimo dijo...

Algo empieza a moverse en Ezker Batua:
http://bidegorri.blogspot.com/2008/04/carta-abierta.html