Llevo varias semanas de silencio.
Silencio quizás por exceso de trabajo en lo concreto, en la gestión municipal, en la búsqueda de soluciones a pequeñas cosas, pero de interés para la ciudadanía de esta aldea, en la gestión de la cotidianeidad, en el trabajo de lo que no suele ser de interés para la gente sesuda de esta organización más acostumbrada a mirarse a sí misma y a debatir sobre el sexo de los ángeles que a intermediar en la sociedad.
Silencio tal vez por hartazgo de lo que está ocurriendo en IU.
Silencio acaso por no tener nada que decir.
En todo caso, silecio desesperanzado.
Silencio roto tímidamente por lo sucedido en el último Consejo Federal.
3 comentarios:
Celebro verte por estos lares cibernéticos de nuevo... Comparto en parte tu desesperanza, ya lo sabes, pero creo que hay que tener cierto ánimo, compañero...
Un abrazo
¿Y lo tiene??
Es la gran pregunta que los pocos que se atreven a responderla lo hacen o con vacias palabras o con un tono de cierto despecho al hijo díscolo al estilo del Sñ.Anguita.
Refundación, restructuración, principio, fin...son en definitiva palabras vacias sino se las da sentido.
Usted subido a las atalayas o trincheras del Jarama a su paso por su aldea, ¿que atisba?
Porque no habla de la gestión que se está realizando con las agraciados en el sorteo del 4º plan de la vivienda y de buenisima gestión que se está llevando a cabo desde el ayuntamiento? Quizá sería muy interesante
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